La historia de los Kilims de la India.
El esplendor del Imperio Mogol y su impacto en el arte textil
En el siglo XVII, el Imperio Mogol se encontraba en su apogeo. Con un territorio que abarcaba gran parte del subcontinente indio, este poderoso imperio era un centro de riqueza, cultura y arte. Bajo el reinado de Jahangir (1605-1627) y posteriormente de su hijo Shah Jahan (1628-1658), la corte mogol se convirtió en un refugio para los mejores artesanos de la región. Fue en este contexto que un grupo selecto de tejedores afganos fue invitado a trabajar en los talleres reales mogoles, un evento que marcó un antes y un después en la evolución de las alfombras kilim y los dhurries.
Descubre nuestra selección de kilims
Afganistán e India en el siglo XVII: entre la tradición y el poder
Afganistán, en aquella época, no era un estado unificado, sino un mosaico de tribus, principados y ciudades-estado influidas por los imperios vecinos, como el safávida persa y el propio mogol. Kabul, Kandahar y Herat eran centros comerciales clave en la ruta de la seda y se destacaban por su producción textil de alta calidad, incluyendo alfombras kilim de lana y algodón.
Por otro lado, la India mogol era una de las economías más prósperas del mundo. Su estructura política altamente centralizada permitía un control eficiente del comercio y la producción artesanal. La dinastía mogol, de origen türquico-mongol y profundamente influenciada por la cultura persa, promovía el desarrollo de las artes como una forma de demostrar su poder y refinamiento.
Historia del Imperio Mogol - Britannica
El llamado a los tejedores afganos: una estrategia de arte y política
Conscientes de la maestría de los artesanos afganos en el tejido de alfombras, los emperadores mogoles comenzaron a atraer a estos tejedores a sus talleres reales. Shah Jahan, en particular, conocido por sus ambiciones artísticas (fue el impulsor del Taj Mahal), extendió invitaciones a maestros tejedores de Kabul y Herat para trabajar en sus manufacturas en Agra y Lahore.
El viaje de estos tejedores no era fácil. A menudo, viajaban en caravanas a través de las montañas del Hindu Kush, enfrentando condiciones climáticas extremas y largos trayectos. Se desplazaban por rutas comerciales bien establecidas, como la Gran Carretera del Khyber, bajo la protección de mercaderes y escoltas militares mongoles.
Innovación y legado: la fusión de estilos en los talleres mogoles
Una vez establecidos en los talleres reales, los tejedores afganos comenzaron a incorporar sus técnicas tradicionales en la producción mogol de alfombras. El resultado fue una síntesis entre el estilo geométrico afgano y los motivos florales persas que dominaban el arte mogol. Además de las alfombras kilim, también se producían dhurries, un tipo de alfombra de tejido plano muy popular en la India.
El impacto de esta migración artesanal fue profundo. No solo se mejoró la calidad y diversidad de los textiles mogoles, sino que también se establecieron nuevas tradiciones que perduran hasta el día de hoy. La influencia afgana en la manufactura textil mogol eventualmente se expandió a otras regiones, influyendo en los diseños de alfombras en Persia, Turquía y Asia Central.
Historia de la Ruta de la Seda - UNESCO

De los talleres reales a la actualidad: el legado de los tejedores afganos
A día de hoy, las alfombras kilim y dhurries siguen siendo elementos esenciales del diseño textil en el subcontinente indio. Muchas de las técnicas introducidas por los tejedores afganos en el siglo XVII siguen vigentes en los procesos de producción de alfombras artesanales en India y Pakistán.
El viaje de estos tejedores, desde las montañas afganas hasta los opulentos palacios mogoles, no solo transformó la historia del textil en la región, sino que también dejó una huella imborrable en la cultura visual y artesanal del sur de Asia. Hoy en día, al hablar de alfombras kilim, dhurries o tapices orientales, es imposible ignorar el impacto de aquella travesía que, siglos atrás, fusionó dos grandes tradiciones textiles en un solo arte.
Explora nuestra colección de dhurries y kilims